chicharro francés | |
Trachurus picturatus (Bowd.), Chicharro: NI. Etim. Corominas registra la palabra chicharro para el castellano, y la da como de origen incierto; apunta de todas maneras la posibilidad de que pueda tratarse de la palabra chicharro, variante ya antigua de chicharra 'cigarra'. Corominas hace algunas divagaciones que conviene precisar: la definición de la Academia (en 1843 y 1884) no puede referirse más que al jurel. Jurel es la equivalencia que aparece en la Acad. desde 1899 y que excusa la definición antigua. Por otra parte habla Corominas de que algunos identifican el chicharro como Trachurus trachurus y otros como Scomber trachurus o Caranx trachurus creyendo que se trata de tres especies distintas; en realidad todos esos nombres son sinóninios: Trachurus trachurus L. y BLOCH = Scomber trachurus L. 1756 = Caranx trachurus CUV. y VAL. Por otra parte, habría que justificar la aplicación del nombre de un insecto a un pez (hecho que excusaría toda explicación si se aplicara a un crustáceo). Habría, supongo, que pensar en la semejanza de color entre el jurel y la cigarra, en ambos casos verde, y en el aspecto queratinoso que le prestan al jurel los escudetes córneos que cubren las filas laterales. Aún así la tensión de la metáfora es tremenda y choca la regularidad con que aparece el nombre en todo el Cantábrico y Atlántico. Por eso, sin descartar una relación con chicharra, considero que convendría tener en cuenta posibles relaciones con nombres de pájaros formados sobre la onomatopeya TSÍÍ. o CHÍÍ. Cft. los siguientes: prov. chincharro, cincharro ' Parus maior', it. cinciallegra 'id.', gascón chincharre, chinchárro, chincheparre 'id.' pt. chincha 'id.', chincha 'Fringilla coelebs (pinzón)'. No cabe duda que la metáfora con nombre de pájaro sería mucho más viable (Cft. el número considerable de peces que se llaman águila, tordo, mirlo, milano, etc.). Se da, además, la circunstancia de que el jurel se llama también en Galicia (y en Castilla, según Navarrete) escribano ('un pájaro del género Emberiza'). Otra posibilidad que cabría estudiar, y que ahora no me es posible porque me son inaccesibles los instrumentos adecuados, sería la de considerar esta palabra un préstamo bretón en francés, si lo que nos dicen Naintré y otros en La pesca en el mar fuera cierto (y, por lo que comprobé, siempre dan datos fidedignos): "en Francia es comunmente conocido por su nombre bretón chinchard" (p. 202). Del francés pudo ser adoptado por los idiomas del Cantábrico y adaptado a la fonética de cada uno: gasc. chichar, chichàrrou, vasco txitxarro, ast. gall. y pt. chicharro, en todos los casos con eliminación de -n- por cruce con chicharra. De este modo quedaría satisfactoriamente explicada también la voz chincho (v. 343) 'jurel pequeño', creado por retroformación sobre chincharro, antes de la interferencia con chicharra. En realidad, chicharro se sentiría como un aumentativo; por lo cual se creó una palabra para designar el tamaño pequeño. Finalmente, aún cabría explorar otra posibilidad no menos verosímil: el nombre chicharra se aplica con toda justificación al Cephalacanthus volitans L. (pez del S. y el Mediterráneo), por poseer un caparazón cefálico parecido al de una cigarra, los ojos muy grandes, el cuerpo corto y grueso y las aletas pectorales enormemente desarrolladas. Por el parecido con esta especie pudo llamarse chicharro al jurel. En este caso habría que considerar chicharro en pt., gall., ast., etc., como andalucismo. Tengo la sospecha, de todas maneras, que la difusión de este nombre es de Norte a Sur y no viceversa. |