Auto o representación de asuntos religiosos, que desde fines del siglo XIV se hacía en las catedrales y otros templos de Galicia en las festividades más señaladas.

Llamábase también así la pena que se imponía al capitular de la iglesia compostelana que quebrantaba las constituciones de ésta.

ARGADELO.

Según las indicaciones que aparecen en las actas del cabildo santiagués, las representaciones más notables de ARGADILLOS o ARGADELOS eran las de Reyes, en las que desempeñaban el papel de Reyes Magos tres canónigos designados de antemano. Desde una de las puertas de la ciudad, acompañados de gran séquito y lujosamente ataviados, se dirigían a la catedral; y en una plazuela sentaban sus tiendas de viaje entrando después con toda solemnidad en la iglesia; se subían a un tablado previamente construído, y allí se celebraba la representación, concluída la cual se daba un banquete a todos los canónigos. Los capitulares que no querían tomar parte en el ARGADILLO eran castigados con la pena que también se llamaba así, y que consistía en dar un almuerzo a los beneficiados de la cátedra, que acudían al acto con hachas; y los que se negaban a pagar esa pena eran multados por el cabildo con 100 reales de plata cada uno. Debido a los escándalos a que daban lugar tales representciones en los templos, fueron suprimidas a fines del siglo XVI. Sospecha López Ferreiro que esas fiestas se celebraban con fuegos artificiales, de donde, dice, provino el nombre de ARGADILLO o ARGADELO, que viene a ser lo mismo que girándula. Así lo dice en la pág. 371, del segundo tomo de Galicia en el último tercio del siglo XV.