Otrosy ordenamos que ningunno de los dichos benefiçiados parrochiales de nuestro obispado que non puedan arrendar el su benefiçio nin los frutos del a clerigo ningunno, quando lo quisyere para lego, caso que por nos le sea dada la liçençia; e esto por quanto contra esta nuestra constituçion seria feyto enganno desyendo que alguna persona eclesyastica arrendaba algund beneficio de otro para sy mesmo con yntençion de dar la renta del a algund lego e el ser su coroça, segund costume de vocablo de Galizia; por ende, hordenamos que en caso que nos demos liçençia al tal arrendamiento, que non valga, e el arrendamiento sea ningunno, e esto el que ansy lo arrendar o tomar por rason de ser coroça de otro, e por este mismo fecho sea dexcomulgado; e qualquier o qualesquier de las personas sobredichas que arrendaren los dichos benefiçios que asy tienen en la dicha nuestra yglesia e obispado contra el testuo desta nuestra coostituyçion, por ese mismo fecho sean dexcomulgados; e tanvyen ynçidan en sentençia dexcomunion aquellos que los resçibyeren arrendados, e los dichos arrendamientos sean ningunnos, e pierdan los dichos fructos de los dichos benefiçios por todo aquel tienpo en que arriendan se valera o ovyera de durar, los quales fructos sean aplicados al provecho da disponiçion nuestra e de nuestros suçesores.
|